La obra de “Macario” es una de mucha historia y de mucho valor cultural Mexicana. Nacida de un libro escrito por B. Traven en los cincuentas, la leyenda de Macario ha estado adaptado por muchísimas compañías de teatro, pero cuentan la misma historia: un hombre pobre, casado y con hijos, está frustrado por su estatus económico porque siente que no puede hacer suficiente para su soportar su familia, especialmente con comida. En respuesta, Macario decide a dejar de comer para tener suficiente comida para su familia, hasta que persigue un guajolote que decide comerlo solo. Pero antes que lo puede comer, aparece tres seres: el Diablo, Dios, y la Muerte, y Macario se sumerge en un mundo de decisiones entre la vida y la muerte y el egoísmo y la abnegación. Aunque no voy a contar la entera historia, puedo comentar el en trabajo fantástico que Teatro Visión del Mexican Heritage Plaza hizo en la adaptación de esta obra famosa.

Con la ayuda y trabajo duro de Elisa Marina Alvarado, Fundadora y Directora Artística de Teatro Visión, y Rodrigo García, Asociado Artístico, hicieron esta obra una realidad con la ayuda de los actores y ideas creativas. Las mentes creativas de Evelina Fernández (actuación), Russell Rodríguez (música), María de la Rosa (danza) agregó un elemento de belleza cultural Mexicana que explotó en colores y sonidos en el escenario. La historia era una cosa, pero viendo la historia cobrar vida en la música y en la danza de los actores era algo más de leerlo de una página o ver la película. Mirando está obra en el escenario es una experiencia diferente de oír la historia en otra manera. Era increíble ver la cultura ser una gran parte de la obra y el papel que tuvo en el elemento visual de el. Al final, no tuve remordimiento de pararme y aplaudir para todo los que tuvieron una parte en este espectáculo.