Gran Falta de Tiempo
Veinticuatro horas. Eso es todo. Se nos hace como mucho tiempo al principio, pero cuando se quitan ocho horas y media en la escuela, una hora para arreglarse, una hora y media para comer, dos a tres horas de actividades extraescolares o deportes, y treinta a cuarenta minutos de tarea multiplicados por cinco cursos académicos cada noche, tiene casi una hora o dos de tiempo libre, si acaso. Claro que estas estimaciones no cuentan la postergación paralizante que los miles y miles de adolescentes batallan todos los días.
Mientras no aplicable a todos los estudiantes de la preparatoria, el horario de arriba desafortunadamente es una triste realidad de un gran número de alumnos entre las edades de catorce a diez y ocho años. Puede parecer exigente, pero para sobresalir en nuestra sociedad, se espera que muchos adolescentes tengan un montón de tareas aparte de una actividad o deporte que recibe su total atención y dedicación. Pero los estudiantes de la preparatoria son todavía niños, y estas estructuras y obligaciones constantes realmente pueden hacer más daño que bien.
Un nivel alto de estrés no es saludable para nadie. Ni falta de sueño. Un reportaje dijo que los adolescentes necesitan dormir 8.5 a 9 horas cada noche, lo cual es frecuentemente una rareza para la gente joven.
J Christian Gullin, MD, el coautor de un estudio sobre la deprivación de sueño en cual los jóvenes tomaron un simple examen de lenguaje, seguido de un largo periodo de estar despiertos, escribe: “la deprivación de sueño es malo para el cerebro cuando estás tratando de hacer tareas (pensando) a un alto nivel. Podría tener serias consecuencias tanto en el rendimiento como en la forma en que funciona el cerebro. “La trama en estos estudios refleja la experiencia de muchos adolescentes de las preparatorias a través del país para venir a la escuela y funcionar bien académicamente después de una noche de poco dormir. La verdad es, muchos estudiantes están realmente incapacitados en las mañanas, no solo perezosos, a pesar de lo que los maestros digan.
Marissa Delgado del año ’15 es parte del consejo estudiantil, capitana del equipo de polo acuático femenino varsity del equipo, juega softball, y aparte de eso toma estadísticas en torneos de luchas.
Ella comenta acerca de su ocupada agenda. “Sé que algunas veces carezco sueño, así que me duermo en clase lo cual afecta mi educación. Sé que mi ocupada agenda provoca estrés y el estrés provoca muchas otras cosas también, como mi estado de salud, y además algunas veces no desayuno porque me apresuro a ir a la escuela”.
Acerca de cómo la tarea contribuye a la creación de falta de tiempo, comenta Delgado, “Depende de la clase, pero algunos maestros tienden a olvidarse que todavía somos adolescentes. Y para atletas como yo, ya estamos dedicados a un deporte”.
Estudiantes con una agenda enorme, tal como atletas, actores, y los estudiantes con trabajos después de la escuela, están continuamente ocupados con sus actividades y obligaciones durante el día.
Regularmente esto es por su propia decisión, como dice Delgado: “Realmente me gusta estar involucrada. Realmente nunca me he sentido obligada a hacer algo. Esta es mi decisión”. Un gran porcentaje de estudiantes si han prosperado en estar ocupados y llevar a cabo bastante, tanto académicamente como afuera de la escuela.
Otros lo ven diferente. Algunos estudiantes se sienten obligados a hacer más actividades para parecer deseables a universidades selectas o incluso algunas veces para apaciguar las expectativas de sus padres, tomando muchas más clases AP de las que puedan manejar y se comprometen a extracurriculares. Pero cada día, estos adolescentes se encuentran sobrepasando sus límites, y no en una forma correcta. Y los que escogieron abrazar la libertad de la juventud mientras todavía pueden, están comúnmente rechazados como de bajo rendimiento, flojos, o despreocupados, cuando a menudo todo lo que están haciendo es por su propio bienestar.
James Walter, clase del año 17’ comenta, “Es bueno relajarse, porque todos necesitan tiempo de recarga. Tienes que balancear tu vida”.
De acuerdo a una colección de estudios científicos sintetizados por Huffington Post, el descanso tiene muchos beneficios tangibles a la salud. Tomar un tiempo diariamente para relajarse generalmente evita los altos niveles de estrés, protege el corazón, baja el riesgo de contraer gripe, mejora la memoria. También baja el riesgo de un ataque, ayuda a prevenir la depresión, reduce el acné, y mejora la toma de decisiones.
Entonces para los adolescentes abrumados, las demandas de la escuela y la presión de estar involucrados no tienen que pasar antes de las necesidades básicas de la vida, eso es, salud personal y general del bienestar de la felicidad, si se puede. El sueño merece ocupar un lugar valioso dentro de cualquier locura de vida sin parar. Y (¡sorpresa!), también es importante tomar un descanso durante un par de horas para relajarse y ver la buena vieja TV.